En principio, podría no haber necesidad de un
activo financiero especial como el dinero para registrar a quién se deben
bienes y servicios. Todos podrían en cambio crear sus propios activos y
obligaciones financieros entregando pagarés cada vez que quisieran comprar
algo, y luego asentar en un libro mayor si tienen deudas o créditos en el total
de pagarés.
El dinero es una institución social que da una solución al problema de la
falta de confianza. Es útil en el intercambio porque es una
clase especial de pagaré: en particular, en la economía moderna el dinero es un pagaré en el que todos confían.
Debido a que todos confían en el dinero, son felices de aceptarlo a cambio de
bienes y servicios; y puede llegar a ser universalmente aceptable como medio de
cambio. Solo ciertos tipos de pagarés pueden obtener ese estatus. Por ejemplo,
si no se confía ampliamente en que se reembolsará un tipo de pagaré, es menos
probable que sea aceptable en el intercambio, y menos como dinero.
El valor del uso del dinero e s distinto al valor
del uso de las mercancías. Por ejemplo, si el oro hace dinero, su materialidad
física asume la función económica de expresar el valor de otra mercancía. Todo
bien para adquirir forma de mercancía deben poseer la forma precio, esto es la
relación cuantitativa con el dinero; pero la mercancía en si no tiene precio
ideal o forma de valor, ya que debe referirse a sí misma como su propio
equivalente. El dinero ya sea papel u
oro, solo sirve para el intercambio y no para la satisfacción de utilidad
personal a los demás agentes, a menos que se elimine la función monetaria
consumiendo el mismo bien.

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